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La religión del siglo XX

El siglo XX es sin duda un siglo clave en la historia, nunca los progresos sociales encontraron adelantos tecnológicos e ideológicos que les permitieran el gran salto que se produjo en todas las aéreas del saber humano,, sin embargo este saber, creado o descubierto por las mentes más brillantes del siglo será usado por naciones y pueblos para los más horrendos crímenes que allá presenciado la humanidad en su historia. No es por nada que el siglo XX represento el fin de las teorías de progreso humano o de providencia divina, nunca tanta sangre había sido derramada en tan poco tiempo por ningún ideal.

Las religiones a pesar de las revoluciones liberales seguían muy presentes en occidente, donde ni siquiera los países mas urbanizados se desprendieron de su tradición religiosa medieval  e incluso con sus imperios la habían esparcido por el mundo. El optimismo de principio de siglo era una advertencia de que nadie quería dejarla de creer en las buenas épocas, el optimismo rápidamente se transformo en tragedia y de las cenizas de la primera guerra mundial nacerían los regímenes mas brutales conocidos en la historia humana.

Estos regímenes políticos donde el estado asumiría la dirección no solo política de un pueblo sino la de ordenar su pensamiento y actividades, diciéndoles a los individuos que debían pensar, hacer y decir, fueron los “Totalitarismos” regímenes donde dictadores o grupos monopolizaron el poder, imponiendo una sola visión a toda la sociedad, el sueño del totalitarismo es crear un hombre y una mujer amoldados a su ideología, que por distintas selecciones (racial o ideológica) termina cuadrándose dentro de este marco, por coerción o conveniencia.

Las religiones y su visión universal fueron el primer gran obstáculo en los pilares de un estado totalitario, la iglesia debía ser parte del estado o estaba contra el estado, algunos autoritarismos tenían la gracia de la iglesia, pero en la Alemania Nazi y la Rusia Estalinista, la iglesia era un enemigo a los objetivos del estado. Regímenes que surgirían en el transcurso del siglo harán suya la religión o la erradicaran como alguna vez lo hizo el mismo cristianismo con las herejías.